José Antonio Muñiz:
“La meta del Angliru ocupa desde ahora un lugar en
los anales del ciclismo. En los años sucesivos
tendremos el sol que nos faltó en esta etapa y
seguro que será una preciosidad. Creo que El Angliru
será un punto de referencia para futuras ediciones
de la Vuelta Ciclista a España”.
La Nueva España. 13 septiembre de 1999

Enrique Franco:
“Las críticas no
pueden negar que vivimos una jornada épica. Este
puerto es la exaltación del ciclismo, porque es
capaz de batir índices de audiencia. Eso demuestra
que llega al corazón de todos. Y aquí quienes mandan
son los aficionados”.
Diario AS. 24 de septiembre de 2002
Roberto Heras:
“Es verdad que es un
puerto fuera de lo normal, pero allí se vivió una
etapa brillante y fue un éxito para los aficionados.
Habrá que dar soluciones a los problemas, pero no
hay que prohibir
El
Angliru
porque es muy querido por el público”.
Diario AS. 24 de septiembre de 2002
Melchor Fernández Díaz:
“Para quien ha de subir al Angliru en bicicleta el
goce se transforma en un sacrificio durísimo. Para
los cicloturistas el premio es vencer a un gigante,
el mayor de todos, pero sobre todo, la autoestima de
vencerse a sí mismos. Para los profesionales, una
gloria que ya se supone sin parangón aunque la
historia del Angliru no ha hecho más que empezar”.
La Nueva España. 12 de septiembre de 2000
Juan Mora:“El
Angliru, aunque se le haya atragantado a los
profesionales, merece una carrera para él solo todos
los añosnd, indepeientemente de que se suba en la
Vuelta.
Ni Asturias ni el ciclismo debieran dejar escapar
esta oportunidad”.
Diario AS. 14 de noviembre de 2002
Pedro González:
“Me gustaría que fuera una etapa épica para el
recuerdo. Y tiene los elementos necesarios para que
así sea, aunque la hubiera preferido con el eliminado
alto de San Lorenzo, antes de La Cobertoria. Pero
los argumentos los tienen los ciclistas y sus
directores. Ellos son los que escriben el guión
definitivo”.
La Voz de Asturias. 3 de mayo de 1999
González Linares:
“Por fin llegó el día clave. El puerto más duro,
hecho a la medida de los más puros escaladores. Las
durísimas capas del Angliru exigen cuerpos menudos,
de pesos ligeros.
(…) En cuanto al polémico sufrimiento del Angliru
hay que recordar que el ciclismo es un deporte de
sufrimiento. Y los que no estén de acuerdo, mejor
que se dediquen a otras cosas”.
Diario AS. Domingo 22 de septiembre de 2002.
Alfredo Relaño:
“Llovió, sí, pero pasaron
El Angliru. ¡Y cómo lo
pasaron! Como bravos, a dentelladas contra el
asfalto, contra el rival, contra las cunetas, contra
la propia bici. Lo pasaron y elevaron con eso el
valor de la Vuelta a España, que desde ayer es otra
cosa. Buscando y buscando, Enrique Franco encontró
por fin su Mortirolo, su Alpe d´Huez, su cima mítica
sobre la que elevar el prestigio y la categoría de
la Vuelta”.
Diario AS. 13 septiembre de 1999
Fermín Rodríguez:
“El Angliru debe ser la punta del iceberg de un
territorio de ensueño, entre la cálida –y
amenazante- nublina, la estrecha cinta de la mínima
carretera se ve colonizada por ciclistas, orlada por
fresnos que con su intenso verdor desafían la
otoñada y por vehículos aficionados que humanizan y
dan confianza al visitante en el reino del oso”.
La Nueva España. 23 de septiembre de 2002
Carlos Cuesta:
“¿Es humano el trazado de este coloso asturiano? La
fenomenal etapa deja dudas sobre los límites del
esfuerzo de los ciclistas, sobre la peligrosidad del
recorrido, especialmente en una jornada de lluvia y
niebla como la vista en esta edición de la Vuelta.
En este aspecto, el corredor gijonés Chechu Rubiera
señaló recientemente que subir el Angliru es como
correr tres veces seguidas la Vuelta. Puede ser,
pero lo cierto es que en condiciones climáticas
favorables la subida a este puerto riosano supone un
espectáculo deportivo que a nadie deja indiferente”.
La Nueva España. 25 de septiembre de 2002
 |